Que la pintura dure más tiempo en buenas condiciones es posible. Se trata de elegir los materiales adecuados y usarlos correctamente. Por eso, antes de poner manos a la obra, te contamos algunos detalles a tener en cuenta para obtener un mejor resultado.
Prepara la superficie
Cuando se trata de las paredes en interiores, la masilla puede ser de ayuda. Este material permite que se tapen las imperfecciones en la superficie, pero si te sucede lo mismo en el exterior, hay que buscar otra alternativa como el cemento, ya que la masilla no resistiría ante determinadas situaciones climáticas, deteriorándose rápidamente. Además, si el recubrimiento del exterior se encuentra roto, se puede aplicar a la mezcla de cemento hidrófugo en pasta para aislar la humedad que lo daña.
Si has quitado toda la pintura que se desprende, debes proceder a lijar tu pared si no es texturizada. No olvides cepillar la superficie para retirar el excedente de polvo. Y antes de pintar, coloca una capa de fijador sellador para que se obtenga un mejor resultado.
Pinturas y herramientas de calidad
Cuando se adquiere una pintura, debes saber que la misma presenta una formulada especializada para cumplir con los estándares de calidad. Un error común es rebajar o modificar su composición al integrar otros elementos. Lo mejor es abstenerse de alterarlo para no perjudicar el resultado final.
Si se habla sobre pinturas de calidad, la de látex acrílico son de las favoritas, porque ofrecen una gran cobertura, lo que implica gastar menos material. Son ideales para interiores y superficies que no se expongan tanto ante los fenómenos climáticos.
Si necesitas una pintura que soporte esas condiciones, puedes comprar una de tipo impermeabilizante. Su acabado ayudará a resistir la humedad y es elástica, incluso algunas de estas pinturas son fibradas, permitiendo una mayor perduración.
En caso de que ya hayas comprado una pintura de calidad, debes saber que esto no lo es todo, pues dependiendo de las herramientas que utilices y cómo la apliques, podrá tener uno u otro resultado.
En el caso de la brocha, para saber si es de buena calidad prueba a pasar sus cerdas por la palma de tu mano. La idea es que estas sean flexibles y compactas a la vez, además no deben desprenderse cuando se da un suave tirón.
Aplicación y toques finales
A la hora de aplicar la pintura se debe usar la herramienta correcta en cada ocasión. Por ejemplo, si la superficie es irregular o rugosa, la brocha te ayudará a cubrir correctamente cada espacio. Pero si es una pared lisa, podrás optar por comprar un rodillo que facilita el trabajo.
Sin importar que elijas, debes procurar limpiar muy bien las herramientas. Para ello, lávalos con diluyente y jabón neutro blanco. Para quitar el exceso de humedad, envuélvelos en papel periódico.
Otros detalles a tener en cuenta para que la pintura perdure son:
⇒ Pinta en días frescos sin lluvia.
⇒ Aplica desde la zona con pintura seca hasta la fresca.
⇒ Si es una pared grande, pintar con movimientos diagonales, horizontales y finalmente, verticales.
⇒ Aplica una capa adicional de pintura si es necesario.
