Pintar la piscina de la casa no tiene que ser tan complicado, pero sí que debes seguir correctamente los pasos o se obtendrá un mal resultado. Por eso, te contamos los detalles a tener en cuenta para reparar y renovar este sitio de diversión y relax para la familia.
La preparación de la superficie
Para pintar la piscina, primero hay que sacar el agua en caso de que esté llena y permitir que seque por completo. Luego, con la ayuda de una espátula se retira todas las capas de pintura sueltas.
Si tiene grietas se debe dejar completamente expuesta sin pintura, con la punta de la misma herramienta mediante golpes. Toda la superficie de la piscina debe ser pulida con suavidad con ayuda de una lija o lijadora orbital a ser posible.
Lo que se debe obtener en este punto es una superficie sin pintura suelta y lista para reparar. ¿Cómo hacerlo? Con el mismo producto que se va a pintar la piscina se debe rellenar cada grieta; aunque si se trata de una abertura mayor de 2 mm, puedes agregarle a la pintura fibra de vidrio.
Para comenzar la limpieza, procura barrer bien tanto fondo como muros para retirar el polvo. Algunas veces en las superficies y en la línea de flotación se adhieren algas y bronceador, elimínalos con un cepillo de cerdas duras y la manguera.
La limpieza general debe realizarse con un cepillo y jabón suficiente. Si hay demasiada suciedad puedes optar por usar otros productos como amoniaco, lejía o aquellos especiales para desincrustar la suciedad.
Para retirar todo y enjuagar, se debe usar abundante agua; es recomendable emplear una hidro – limpiadora o una manguera a presión.
Comenzar a pintar
Para pintar una piscina no se puede emplear cualquier pintura, no funcionará y será una pérdida de material y dinero. Para este fin hay algunos productos especiales que tienen propiedades tales como:
• Impermeabilidad.
• Resistencia ante químicos para evitar la corrosión.
• Antideslizante.
• Gran resistencia a los fenómenos climáticos.
Hay varios tipos de pintura que cumplen con estas funciones, como las que son a base de agua y la de clorocaucho. Cual es mejor dependerá de tus preferencias.
A base de agua
Fácil de usar, la pintura a base de agua es amigable con el ambiente y con la salud. Además, no emite desagradables olores ni favorece el desarrollo de moho o algas.
Si decides optar por esta opción, procura diluirla con agua respetando una mezcla del 10 a 15% para la primera capa y en la segunda que no esté diluida; entre cada una dejar pasar al menos unas 5 horas de reposo. Para llenar la piscina debes esperar de unos 10 a 15 días.
Clorocaucho
Muy resistente y no favorecedora para la producción de hongos. En este caso se debe usar un disolvente al clorocaucho para la primera capa en un 20%. Para aplicar en los muros, usar un rodillo o pistola, mientras que la brocha es útil para esquinas y bordes.
Espera unas 5 horas y aplica la segunda capa diluida con solo un 5 a 10%. Para llenar la piscina procura esperar de 10 a 15 días mínimo.
