¿Sabías que el color de las paredes de tu oficina pueden influenciar tu desempeño? La verdad es que el ambiente laboral es tan importante como las actividades propias del trabajo ya que, dependiendo de como te sientas, puedes ser más o menos eficiente en tu labor.
Por eso, sin duda alguna es un buen momento para renovar el ambiente de tu oficina con un color que pueda generar mayor armonía en el sitio dejando a un lado el estrés.
¿Tonos brillantes o pasteles?
Se podría pensar que por tratarse de un ambiente laboral es necesario recurrir siempre a tonos “serios” como el blanco. Sin embargo en la actualidad podemos encontrar que el uso de colores brillantes puede ser acertado para crear un ambiente más dinámico.
Es por lo tanto una buena idea el uso de colores brillantes en combinación con los tonos distintivos de la empresa o marca (siempre buscando el equilibrio en el diseño para que no luzca recargado el lugar).
Si quieres apostar por una oficina con un ambiente más energético, colaborativo y creativo, puedes utilizar colores como el amarillo, rojo y naranja. Pero si lo que buscas es una sensación más relajante y acogedora, los tonos pasteles serán perfectos para tu sitio de trabajo.
Colores como lila y azul son opciones aceptables para conseguir serenidad, confort y cierta luminosidad en el sitio. Lo ideal es que este tipo de tonos se combine muy bien con el del resto de objetos que componen la oficina.
Si se descuida este aspecto y se hacen contrastes muy fuertes, se logrará causar fatiga visual, lo cual no resultará nada favorecedor para la productividad. Por lo tanto, busca mantener la armonía entre el color de las paredes y el presentado en los muebles y objetos decorativos.
Colores básicos para pintar las paredes
Si te gusta usar los colores más clásicos de los ambientes laborales, no puede faltar el blanco. En definitiva una opción que siempre funciona para toda clase de habitación, no importa en que época lo uses, siempre está a la moda. Una excelente alternativa para oficinas pequeñas y con poca luminosidad.
Para crear mayor sensación de relax puedes pintar las paredes del lugar de color azul, fácil de combinar con el blanco o usar para cubrir toda la superficie. También puedes emplear el gris para conferir un toque moderno y elegante a la vez, ideal para oficinas de índole tecnológico.
Seguimos con un color frío que aporta frescura, armonía y estabilidad a la oficina, el verde. Este tono ayuda a mantener un ambiente más relajado, similar como sucede con el azul, ideal para usar en empleos relacionados con el trabajo creativo.
Los colores cálidos también pueden ser útiles, tonos como el mostaza se han convertido en el favorito de muchos. Crea un ambiente acogedor que resulta favorecedor para espacios donde se practique el trabajo en equipo. Además, si quieres darle un toque más atrevido a tu oficina, puedes pintar de rojo las esquinas del sitio.
