Después de gastar dinero en pinturas y dedicarse a renovar la apariencia de las paredes, es una verdadera pesadilla ver como se cae en poco tiempo. Por lo tanto, es necesario conocer qué podría haber causado ese resultado, ya que la mejor manera de evitar que vuelva a suceder es dejar a un lado toda acción o práctica perjudicial para el proceso de pintado.
Problemas aislados de la pintura
Ante la caída de la pintura es fácil pensar que debe tratarse directamente de esta, por ejemplo que es de mala calidad. No obstante no siempre es así, porque hay otras razones no relacionadas con ella que pueden perjudicar el resultado, como puede ser la suciedad.
Una pared que tiene polvo o grasa en la superficie no podrá ofrecer un buen resultado, ya que la adherencia de la pintura se dificulta ante esta barrera de suciedad.
Usar una base que ya está en mal estado tampoco es recomendable, por eso cuando se pinta sobre un yeso deteriorado es inevitable que la pintura se caiga posteriormente. Si tienes una pared en esas condiciones es necesario raspar, colocar masilla y luego pintar.
Otro problema aislado y común es la presencia de moho y humedad en la pared, la cual se hace evidente por la aparición de manchas negras y/o verdes en la superficie. Estas situaciones implican una condensación de agua que propicia la caída de la pintura aplicada sobre la superficie.
Un mal proceso de pintado
Una vez que hemos hablamos de problemas aislados, se puede proceder a revisar si existieron inconvenientes derivados directamente del proceso de pintado.
Lo primero a considerar es el material utilizado, y es que no todas las pinturas son para cualquier superficie, usar una que no es compatible para la zona que quieras pintar no te dará un buen resultado.
Otra razón de la caída de la pintura se debe muchas veces a la poca paciencia que se tiene ante el tiempo de secado. Si al aplicar una segunda mano la pared aún estaba húmeda, es probable que se desprenda la pintura.
Se recomienda siempre dejar secar lo suficiente, de esa manera además podrás apreciar mejor si el resultado es el deseado, requiere de otra capa o buscar nuevas alternativas para dar con la idea que tenías en mente.
¿Cómo evitar que vuelva a ocurrir?
Conociendo las razones que causan la caída de la pintura podemos evitar con mayor facilidad que vuelva a ocurrir. Por eso hay que comenzar por limpiar toda la superficie con detergente para sacar cualquier rastro de grasa o polvo.
Luego, con un paño húmedo retira todo el detergente de la pared y deja secar por completo. Si hay manchas difíciles de sacar, opta por usar un quitamanchas o solvente.
Además, en caso de que haya otros problemas como la humedad o una base deteriorada, enfócate primero en solventar esas situaciones antes de pintar. De lo contrario solo perderás material y tiempo al presenciar una pronta caída de la pintura.
Posteriormente, solo queda seleccionar la pintura correcta y aplicarla con paciencia para obtener un buen resultado.
Foto de Rich @ rhubbardstockfootage
