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Cómo limpiar las paredes sin dañar la pintura

Limpiar las paredes sin cuidado puede provocar que la pintura sea dañada y se perjudique la estética de la casa y se vuelve un dolor de cabeza cuando aparecen manchas en las superficies y no sabemos cómo eliminarlas. No obstante, aquí te presentamos algunas soluciones para dejar tu pared reluciente.

A tener en cuenta antes de comenzar la limpieza

Lo primero a tener en cuenta para no fallar en el intento, es que la cantidad de agua a usar debe ser limitada. Si no tomas en cuenta esta medida hay riesgos de que la pared se empape y los desperfectos sean mayores.
Incluso se recomienda que una vez preparada la solución elegida, se pruebe en un pequeño segmento de la pared que sea poco visible. Eso te ayudará a verificar que efectivamente la pared ni la pintura se estropearán con la limpieza; se recomienda especialmente hacer esto con superficies con revestimientos delicados.

En la actualidad se pueden conseguir en el mercado varios productos diseñados especialmente para limpiar paredes. Puedes encontrarlos en diferentes tiendas especializadas, lo importante es que sigas las recomendaciones del fabricante para no obtener efectos adversos, ya que podrían llegar a ser agresivos.
Sin embargo, si quieres algo menos agresivo, que sea económico y incluso puedes crear con elementos que tienes en casa, te presentamos 4 recetas caseras que no fallan.

4 productos caseros para limpiar

• Bicarbonato:
Mezcla agua con bicarbonato de sodio hasta formar una pasta, esta la debes extender en la zona de la pared que tenga manchas. Es importante para que haga efecto que la frotes con suavidad y la dejes actuar para que vaya desapareciendo la suciedad. Esto puede ser útil para manchas hechas con pintura, bolígrafo o rotulador.

• Vinagre:
Un producto bien conocido por su efectividad para limpiar distintas superficies. Para su uso solo debes mezclar el vinagre blanco con un poco de agua, te permitirá eliminar la mancha y desinfectar la pared. Puedes usar esta solución en paredes delicadas y que tengan manchas resistentes.

• Jabón:
Una idea bastante lógica cuando de limpieza se trata, sin embargo, considera que para esto es aconsejable utilizar un jabón neutro. Además debes prepararlo con agua tibia y necesitarás un cepillo o esponja suave y un trapo.
Mezcla el agua con el jabón y con ayuda del cepillo o la esponja, aplica la solución en la pared frotando. Luego con el trapo previamente humedecido, retira los restos de jabón que hayan quedado en la superficie para dejar secar.
Esta idea es útil para paredes que tienen pintura plástica, de poca porosidad, con brillo y sean lavables, verás como las manchas simples desaparecen poco a poco.

• Pasta de dientes:
Si apenas se ha manchado la pared, la pasta de dientes es un buen producto de emergencia para eliminar la suciedad. Es muy simple, solo debes aplicar el dentífrico en la zona donde esté la mancha y dejar actuar por algunos minutos. Después debes limpiar y enjuagar los restos del producto usado y listo.
Una solución que puede resultar muy útil en caso de que se produzcan marcas negras por roces o presión constante con objetos y muebles, así como manchas superficiales.

Foto de Clay Banks

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